Amenazas como la guerra nuclear o el cambio climático pueden provocar un sufrimiento extremo a la humanidad, pero es improbable que causen su extinción
El fin del mundo siempre es personal, en ocasiones social y solo una vez literal. Sin embargo, la vivencia irrebatible de que todo nace para decaer se suele trasladar al orden cósmico y la idea del Apocalipsis es omnipresente en las sociedades humanas. El universo suele encontrarse entre una creación donde todo era bueno y un final, muchas veces próximo, que llegará porque con nuestra torpeza y maldad corrompimos los dones que nos fueron entregados.
https://elpais.com/elpais/2020/01/31/ciencia/1580473363_809511.html
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